Los paradigmas
Para poder relacionar los
paradigmas tanto positivista, interpretativo o crítico en torno a la
animación sociocultural primeramente deberemos de aclarar dicho
término.
Por animación
sociocultural se entiende cualquier acción que da significado a
nuestra cultura y por tanto a nuestro ser, todo ser humano está
inmerso en su cultura por ello el elemento esencial de la
socio-animación es la participación. Su actividad tiene un carácter
tanto educativo (no formal) como formativo, desempeñada por
cualquier institución pública o privada, promovida por un agente
socializador.
Los elementos que más
destacan en su desarrollo son la acción, dinamismo, creatividad y el
desarrollo. Dirigido y desarrollado por grupos y comunidades sociales
sobre todo a los que más barreras tienen hacia la comunicación. Se
llevan a cabo acciones de largos procesos para poder mejorar, además
de otros aspectos, lo socio-político de la población. Todo ello,
llevado a cabo por los propios individuos del territorio que son los
que más conocen la realidad y las necesidades emergentes, con el
objetivo de transformarlas o cubrirlas.
Después de este
recorrido, cabe la duda de que en que paradigma de las ciencias
sociales se sitúa la animación sociocultural. Por paradigma se
entiende, conjunto de creencias, valores y técnicas, asociadas a un
determinado campo de estudio. En ella se encuentran las teorías que
nos ayudan a dar sentido a la práctica, a la praxis, un marco de
referencia para la acción.
El paradigma positivista
considera que todo problema o planteamiento social puede ser
explicado o abordado desde la ciencia. Esta concepción aplicada a la
socio-animación no creo que tenga mucha cabida, puesto que se
trabaja desde la perspectiva puramente social que le acontece un
dinamismo que muchas veces las teorías no podrían alcanzarlo, como
son la explicación de algunos sentimientos.
Por esta razón, se cree
más oportuno englobar nuestra asignatura en el paradigma
interpretativo, puesto que es más acorde a los asuntos que se
desempeñan en la realidad social. Dicha esfera está marcada por
pura subjetividad, cada individuo vive e interpreta desde diferentes
puntos de vista. En este contexto el animador a partir de todas las
aportaciones de los individuos mediatiza e intenta favorecer las
situaciones.
Por último el paradigma
crítico está en contra del paradigma positivista, ya que nunca se
actúa neutral, porque el animador tiene que establecer un
criterio ético y acorde política y socialmente.
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