Reflexión sobre el texto de estilos y coherencias en las metodologías creativas.
Tenemos que tener siempre presente que en las ciencias sociales engloban muchas
profesiones que van muy ligadas a una ética
profesional u otra. Concretamente en el Trabajo Social uno de los puntos de
apoyo de esta ética lo encontramos en el código deontológico, pero hay muchas
prácticas o cuestiones que pueden no están contempladas en este código y deben
de desarrollarse de un modo u otro según el profesional y el equipo
interdisciplinar al que pertenezcas.
A la idea de una sociedad mejor le deviene multitud de aspectos
como son la, economía, bienestar, política,
etc. Y cuando no se sostiene algún pilar de estos, saltamos al otro como si
nada pasara, sin importar el porqué de ese hundimiento.
Lo importante de todo esto es que no partimos desde cero,
la sociedad ya tiene una concepción de “sociedad idónea, a la cual queremos
llegar. Por tanto, si que existen posibles caminos para poder llegar a la
sociedad perfecta pero aun no los hemos explorado, o no nos han dejado hacerlo.
Los agentes socializadores queremos encontrar una armonía
entre los que se encuentran arriba en el poder y los de abajo. Queremos paliar
las desigualdades sociales y nos ubicamos al medio del camino de los dos
bandos, tenemos que acogernos a las políticas de los de arriba para beneficiar
a los de abajo, tarea a veces complicada porque las necesidades de los de abajo
no se ajustan a los antojos de los de arriba y nosotros somos la imagen de
estos.
En este cuestionamiento ético forman parte tanto los países
subdesarrollados como los desarrollados. Todos formamos un todo globalizador y
sin la colaboración de todos no serian posibles cambio globales y permanentes.
Tenemos que tener presente que las éticas son aplicadas a
problemas prácticos y no teóricos, es decir, a problemáticas que afectas a
nuestros clientes y no a especulaciones generales que no se ven proyectadas en
las familias
.
Hay que actuar con total coherencias con nuestros planteamientos,
pero no significa que las prácticas no puedan ser flexibles, puesto que la
sociedad es cambiante y nuestras prácticas deben de adaptarse a ello. Por eso hablamos de “coherencia dialéctica” y
no de “coherencia absoluta”.
Debemos de encontrarnos entrelazados en redes y acciones
sociales, para desde ahí construir los caminos de mayor coherencia posible. Solo
desde las acciones colectivas podemos hablar de verdadera coherencia. En este
sentido, crea un gran papel la creatividad a la hora de abordar la” revolución ética”.
Para poder responder al ¿para que trabajamos? y el ¿para quién?
Podemos observar tres grandes líneas que emergen de las ciencias sociales como
son:
·
La línea adaptativa
(conservadora)
·
La línea educativa
(reformadora)
·
Líneas criticas (transformadoras)
La primera intenta adaptar a las personas a su medio, es
una actitud conformista y sustentadora de las relaciones de poder. La única cuestión
ética es si estás haciendo bien el reparto de los recursos existentes y si la información
está bien registrada.
En la línea educativa, se cree que hay que cambiar las
cosas de la sociedad, reformarla sin tocar las estructuras. Es un conjunto de aplicación de recursos y responsabilidad
de acción de los que los reciben. En
este terreno, la ética viene dada por el secreto profesional, por la confidencialidad
de los datos, por las cosas que hay que reformar, y en qué valores y
habilidades hay que trabajar. Que conlleva una respuesta huracán (subreversiva),
revolucionario que lo puede apostar todo, pero quemarlo todo también.
Por último, la línea criticas, son las que lo cuestionan todo,
incluso el papel de las ciencias sociales como sustentadoras en una estructura
injusta. Se tiene presente tanto lo micro como lo macro y las acciones deben de
darse desde el terreno global. Se trabaja desde unas prácticas participativas y
globalizadoras, contemplando la integridad y no desde un terreno micro como es
el despacho. Que conlleva una respuesta semilla (reversiva) donde va
floreciendo poco a poco la respuesta idónea.
No hay un plano, un manual de posibles soluciones, las respuestas
las encontramos en la acción de cada uno, que conforma el conjunto de todas las
acciones globales que nos interrelacionan a unos y a otros. Por tanto, desde mi
posicionamiento la línea más idónea sería la crítica, puesto que nos engloba a todos
como agentes socializadores y participativos de nuestra realidad vigente.
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